Hola amigo,

[Edina Laszlo]

Hola amigo,
En primer lugar, pido su indulgencia para solicitar su ayuda sobre el contenido de mi e-mail, aunque no estoy cómodo hablando de ello a través de esta manera debido a la gran cantidad de correos no solicitados en Internet en la actualidad, pero no tengo otro medio para hacerlo en este momento ya que la situación de mi salud se está deteriorando.

Sin embargo, esta correspondencia es puramente privado, y debe ser tratado como tal.
Al leer esto, yo no quiero que te sientas mal por mí, porque creo que todo el mundo va a morir algún día.

INTRODUCCIÓN: Soy la señora EDINA LÁSZLÓ un ciudadano de Hungría y residente comerciante en Abidjan, Costa de Marfil. Me han diagnosticado con cáncer de esófago, se ha contaminado todas las formas de tratamiento médico, y en este momento sólo tengo unos pocas semanas de vida, según los expertos médicos.

Yo no he vivido mi vida en particular tan bien, ya que nunca realmente se preocupaba por nadie (ni siquiera a mí mismo), pero mi único negocio. Aunque soy muy rico, yo nunca fui generoso, siempre he sido hostil a la gente y sólo se centró en mi negocio, ya que era lo único que me importaba. Pero ahora me arrepiento de todo esto, ya que ahora sabemos que hay más en la vida que simplemente desean tener o hacer que todo el dinero del mundo.

Yo creo que Dios me da una segunda oportunidad de venir a este mundo viviría mi vida de una manera diferente a como yo lo he vivido. Ahora que Dios me ha llamado, he querido y dado la mayor parte de mi propiedad y los activos a los miembros de mi familia inmediata y extendida, así como algunos amigos cercanos. Quiero que Dios ten misericordia de mí y aceptar mi alma, así que he decidido dar armas a organizaciones de caridad, como yo quiero que esto sea una de las últimas obras buenas que se hacen en la tierra. Hasta ahora, he repartido dinero a algunas organizaciones de caridad en los Emiratos Árabes Unidos, Argelia y Malasia. Ahora que mi salud se ha deteriorado tan mal, no puedo hacerlo yo mismo nunca más.

Una vez pregunté a los miembros de mi familia para cerrar una de mis cuentas y distribuir el dinero que tengo allí a una organización de caridad en Palestina y Pakistán, se negaron y quedó con el dinero para ellos mismos. Por lo tanto, yo no confío en ellos nunca más, ya que no parece que se sostiene con lo que me queda para ellos.

El último de mi dinero que nadie sabe es el depósito de dinero enorme de dos millones seiscientos mil dólares estadounidenses (EE.UU. $ 2.600.000), que mi difunto marido deposita en una de las instituciones financieras famosos aquí en Abidjan Cote d capital de 'Ivoire. Me gustaría que me ayude a reclamar este fondo y envió a organizaciones de caridad. Se me va a agradar mucho si usted puede cumplir con esta obligación divina antes de morir.

Si usted está dispuesto a seguir adelante con esta misión divina, por favor esforzará por responder tan pronto como sea posible para obtener más detalles.

Seguir bendecido en el señor,
Sra. EDINA LÁSZLÓ.
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